Estos últimos dos años los he dedicado a estudiar mejor, cómo funciona la empatía y a buscar fórmulas que nos permitan educarla y entrenarla. Fruto de la experiencia adquirida con los talleres de «Berta y las gafas de visión empática» y de los conocimientos en torno a las cinco competencias emocionales del Modelo de competencias del GROP (Grupo de Investigación en Orientación Psicopedagógica), he creado las bases de un programa de entrenamiento de la empatía que he llamado Empâtik y que pone atención a cuatro aspectos que podemos entrenar de forma independiente o combinada: Observar, Escuchar, Pensar y Sentir.

Este curso he hecho algunas sesiones de entrenamiento con grupos de primaria y alguna charla para docentes en torno al tema, y ​​ha tenido muy buena acogida. Estoy preparando material que espero que esté, en breve, a disposición de todo el que quiera aplicarlo en el aula o también en casa.

La capacidad de ponernos en el lugar del otro, de conectar con sus emociones, comprenderlas y actuar en consecuencia, es clave para disfrutar de una convivencia saludable y respetuosa. Educar la empatía es imprescindible para la prevención de la violencia y del acoso escolar. A mí me gusta pensar que es la mejor de las vacunas para la prevención del Bullying.